Dónde comer en Mallorca: la historia de Can Costa


El otoño ya asoma por las ventanas de Can Costa, y son las hojas que caen de nuestros árboles quiénes avisan de la entrada de esta nueva temporada. Cuando el frío empieza a aparecer en las noches son muchas personas las que se preguntan dónde comer en Mallorca.

Será difícil sacar de nuestra memoria el bonito verano que hemos vivido en este restaurante. Días calurosos; el ardiente sol bañando cada uno de nuestros rincones; noches frescas y adornadas por las estrellas del cielo de la Tramontana; mesas repletas de visitantes provenientes de los rincones más recónditos del mundo…

Hemos bailado al son de un coreografiado desfile de platos y de las botellas de vino descorchándose, aterrizando en cada una de vuestras mesas. Por no hablar de la música. Una banda sonora inmejorable, que nos ha regalado cada uno de los músicos que han participado en nuestra programación musical. En definitiva, un verano más, en el que ha quedado demostrado que Can Costa es uno de los mejores lugares donde comer en Mallorca.

conoce la historia de nuestro restaurante en valldemossa.

No sólo del verano vivimos en este restaurante. Si durante el caluroso estío hemos gozado de maravillosas veladas en el patio iluminado por las luces y las estrellas que nos regala el cielo de la Sierra de Tramontana, ahora toca dar protagonismo al mágico interior de esta centenaria casa.

Hay muchos motivos por los que visitar este lugar, pero su historia hará que este sea tu restaurante favorito donde comer en Mallorca.

Can Costa, es el nombre que se le da al conjunto de casas o, como se dice en mallorquín, posesiones, que se sitúan al lado de la carretera de Valldemossa a Deià. Esta antigua posesión proviene de un conjunto de parcelas de Miramar creado en el año 1448.

Se conocía anteriormente como «Sa Torre», y eso es debido a que, en estas tierras había existido una torre de las muchas que defendían la costa mallorquina frente los piratas. Más de 300 años de historia y de propietarios de estas tierras, como el Archiduque Luis Salvador han formado parte de su historia.

Con un valor de 7.000 libras, en sus primeros años se convirtió en una alquería, propiedad de Bartomeu Tomás, adquirida por legítima de sus antepasados. Confrontaba con tierras del monasterio de Trinitat, el litoral del Mar Mediterráneo y la garriga del Barranc, con la alquería del Rey y con el camino Real, entre otros.

A partir del 1617, este gran terreno se encontraba repleto de casas con almazaras, bodegas, molinos de sangre, patios, casas de mujeres y alambiques para aguas. Mágicas tierras dedicadas a olivares, viñas y cultivo de cereales y leguminosas. Llenas de bosques de encinares, pinares y garrigas. Ovejas, cabras y cerdos que pastaban en ellas y, como no, la defensa ante los piratas y corsarios: un arsenal de escopetas, arcabuces, ballestas y espadas.

LOS PERSONAJES QUE HAN DEJADO HUELLA EN NUESTRO RESTAURANTE EN MALLORCA.

A mediados del siglo XVII, nació en la posesión Margalida Beneta Mas Pujos (1649), que profesó en el año 1677 como religiosa en el convento de Santa Catalina de Sena. Conocida con el nombre de Anna Maria del Santísimo Sagramento esta religiosa, lulista, mística y escritora mallorquina ha sido uno de los personajes históricos más reconocidos que han pasado por nuestra casa. Es más, hoy en día puedes encontrar en nuestra entrada una placa que conmemora su paso por Can Costa Valldemossa.

En 1985 el archiduque Luís Salvador compró Can Costa y otros trozos vecinos de «Sa Torre». Cerca de ahí, construyó caminos y un mirador llamado «Sa Vorera» que marida con el mirador del «puig de sa Moneda» en el otro lado del plano de Valldemossa. Tras sumuerte, sus hijos y herederos se embarcaron en una lucha legal por validar el testamento del archiduque.

Tras finalizar con las disputas, el abogado mallorquín de apellido Pou, recibió como honorario por presentar el testamento, las tierras de Can Costa con el mirador y la torre de San Telmo. Acabando así, con la historia y pasando por algunas manos más, Can Costa fue adquirida por Jaume Morell en el 1959… ¡Hasta ahora!

recetas tradicionales CON VISTAS A UNA ANTIGUA TAFONA.

Existen muchas características de la historia de este lugar que aún hoy en día conservamos en Can Costa. En el siglo XVIII, una parte de esta posesión fue dedicada a los algarrobos, al conreo de cereales y, lo más importante, a los olivos. Las tafonas, también conocidas como almazarras son los molinos donde se exprimía antiguamente la aceituna. Por ello, en nuestro restaurante conservamos con orgullo la antigua Tafona. Que preside en el el centro de nuestro comedor. Y de la que hoy en día puedes disfrutar en todo momento si lo que quieres es comer con unas vistas privilegiadas en Mallorca.

el restaurante donde comer con niños en mallorca.

Una torre de las muchas que existían y perduran en las costas mallorquinas es la «Torre de Can Costa», situada frente nuestro restaurante. Ahora podemos disfrutar de ella y su mirador con una pequeña excursión que empieza desde nuestro restaurante. Un breve camino que fue abierto en el 1900 y que nos lleva al mirador de «Sa Torre». Desde él, podemos observar las maravillas que nuestra isla nos regala. A nuestra espalda, la Sierra de Tramuntana y frente a nosotros, la inmensidad del mar.

Es por ello, que el otoño es la temporada perfecta para disfrutar de nuestro restaurante, su comida y todas aquellas actividades que nuestro entorno tiene por ofrecer. Ya no hay por qué echar de menos nuestro hermoso patio, tenemos unas paredes que abarcan siglos de historia y que aún siguen absorbiendo cada uno de los momentos más maravillosos que suceden en esta casa.

El otoño se vive también en Can Costa, en nuestra terraza climatizada y nuestro interior. Con nuestras recetas de siempre, el buen vino y música en directo una vez cada semana.

¿Estás dispuesto a formar parte de nuestra larga historia? Te esperamos en Can Costa.